Hoy vamos a hablar del turismo religioso en Portugal, en concreto en la región vecina de Tras os Montes. Como se sabe, por esa manía que tenemos de clasificarlo todo, se distingue entre diversas modalidades de turismo: turismo rural, turismo de sol y playa, turismo cultural, ecoturismo… Se trata de experiencias muy distintas. Cada una responde a unas motivaciones y ofrece unas sensaciones diferentes. Uno de los tipos de turismo que menos se suele citar, sin que por ello deba entenderse que se trata de una actividad minoritaria, es el llamado turismo religioso.

Santuario de São Bartoloméu (Argozelo), edificación modesta, aunque situada en un paraje excepcional
El ejemplo más conocido de turismo religioso en nuestro país es la realización del Camino de Santiago, aunque actualmente ha perdido una parte de su sentido original (tal vez no tanto el espiritual, como sí el puramente devocional). Otro ejemplo que en esta provincia conocemos bien lo constituye la célebre Semana Santa de Zamora, de la que se puede hacer la misma apreciación.
Romerías, catedrales, ermitas, cruceros, monasterios… Parece que, al final, motivados o no por la fe, y muchas veces sin darnos cuenta, todos hacemos turismo religioso. Es natural, dado el enorme patrimonio cultural que ha generado el cristianismo en todos y cada uno de los rincones de la Península. A todo este patrimonio podríamos añadir el que otras confesiones han originado: la Mezquita de Córdoba, las sinagogas de Toledo, etc.

Interior de la catedral de Miranda do Douro
Las cifras no siempre son coincidentes, pero el Plan de Turismo Español Horizonte 2020 (encargado por el gobierno) estima que en Europa se desplazan anualmente unos 30 millones de cristianos, que en sus vacaciones peregrinan o visitan lugares santos. Este dato nos permite estimar el volumen del turismo religioso en España y Portugal.
Por otra parte, a los que frecuentamos Portugal no se nos escapa que nuestros vecinos tienen un “filón” en este tipo de turismo, aunque tal vez éste no se está explotando tanto como debería. Existe una notable excepción, por supuesto: el santuario de Nuestra Señora de Fátima, uno de los mayores centros del turismo religioso de todo el mundo, con más de seis millones de peregrinos que cada año lo visitan.

Nossa Senhora do Naso (Póvoa), una de las romerías más emblemáticas de la frontera.
Pero Portugal no solo es Fátima. Tras os Montes, región en la que la fe se vive de una manera especial, ofrece al visitante un marco incomparable para disfrutar de este tipo de turismo. A sus conocidas romerías, algunas de ellas desde siempre “internacionales”, como las de Nossa Senhora da Ribeira, en Quintanilha, o Nossa Senhora da Luz, en Constantim y Moveros, hay que añadir la multitud de templos que encontramos, interesantísimos por su arquitectura, su espiritualidad, la belleza del enclave o la conciliación de todo esos elementos, algunos bien cerca de la frontera, como las Catedrales de Bragança y Miranda do Douro (¡en total tres para una sola diócesis!), el monasterio de Castro de Avelãs o la impresionante Basílica del Santo Cristo de Outeiro.

Santuario del Santo Cristo de Outeiro
Eso por no hablar de los cientos de ermitas (capelas) que hay en prácticamente todas las poblaciones transmontanas, o de la rica iconografía religiosa, omnipresente incluso en la calle. También otros elementos son dignos de mención, como los llamativos cruzeiros o los vía crucis, en su mayoría construidos en granito, que embellecen las calles de numerosas aldeas lusas, así como las numerosas manifestaciones de devoción y religiosidad popular que aún se conservan en este territorio.

Pequeño Cristo en la calle (Guadramil)
En definitiva, Tras os Montes es un gigante museo de arte religioso al aire libre. Esta riqueza, unida a la existente a este lado de la frontera (el conocido románico de la ciudad de Zamora, los monasterios de San Martín de Castañeda o Santa Marta de Tera, las impresionantes ruinas del Monasterio de Moreruela…), donde destaca la reciente declaración como Santuario Mariano del fronterizo convento de San Francisco de Alcañices (en el que se venera a la Virgen de la Salud, patrona de la comarca de Aliste), ha hecho que desde Naturaliste nos hayamos puesto manos a la obra en la elaboración de viajes y tours orientados a conocer todo este patrimonio. Aunque hasta ahora no hemos trabajado más que puntualmente el mundo del turismo religioso, nuestra intención es profundizar en este campo para satisfacer las necesidades de los clientes que demandan este producto, a la vez que damos a conocer al mayor público posible esta zona de frontera que tanto nos gusta.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!