¿Es posible ver lobos en libertad?
Aunque la observación de fauna, y en particular la observación de lobo ibérico, es una experiencia muy consolidada dentro de la oferta de actividades de naturaleza de Naturaliste, muchos clientes todavía nos preguntan si realmente se pueden ver lobos en libertad, en el campo, sobre todo en la Sierra de la Culebra, que es donde habitualmente se hacen las observaciones.
La respuesta a esta pregunta es, rotundamente, sí. Claro que es posible, aunque no resulta sencillo. No es fácil porque el lobo es un animal esquivo, que se deja ver poco. De hecho, eso mismo forma parte de su encanto. ¿Qué gracia tendría tratar de dar con él si se viera con facilidad? Los lobos tienen hábitos crepusculares y nocturnos. Han aprendido que por el día son mucho más vulnerables frente al hombre. Por ello, las observaciones o esperas que realizamos para intentar avistar lobos con telescopio han de hacerse al atardecer o al amanecer, momentos en los que el animal tiene más actividad, lo cual también supone un esfuerzo para los participantes en estas actividades, sobre todo cuando se realizan a primera hora, pues siempre nos cuesta más madrugar y especialmente en fin de semana, que es cuando suelen realizarse los avistamientos.
En todo caso, la probabilidad de verlos, como decimos, es media-baja. Concretando un poco más, nuestra experiencia nos dice que, en promedio, se observan lobos en una de cada tres esperas. Esto no significa, obviamente, que si se realizan tres observaciones los vayamos a ver con toda seguridad. Puede ocurrir que los observemos las tres veces o que no los veamos ninguna de ellas.
También sucede que en determinados momentos del año se dejan ver más, e incluso ciertos días, en los que la manada se mueve por los lugares hacia los que centramos nuestra atención, podemos tenerlos un buen rato en nuestro punto de mira, lo cual es una sensación verdaderamente indescriptible. En este sentido, cuando el cliente puede elegir fecha preferimos avisarle nosotros en aquellos momentos en que se ve con regularidad, para que venga entonces y pueda aprovechar esa circunstancia.
En todo caso, lo importante es disfrutar de esta experiencia. La gente enseguida percibe el encanto de ver amanecer o atardecer al aire libre buscando al lobo y observando cómo empiezan a tener actividad los animales que habitan en el bosque. Entre ellos está el lobo, cómo no. Tal vez está viéndonos él a nosotros desde otro punto, mientras nuestros esfuerzos se concentran en avistarlo, aunque sea unos segundos.
Ante la dificultad de ver lobos en libertad, e incluso cuando se tiene la suerte de poder observarlos, planteamos siempre la posibilidad (como actividad complementaria) de hacer una visita el Centro del Lobo Ibérico, donde se pueden contemplar los animales en semilibertad de una manera sencilla. En realidad es un complemento ideal a la observación en el campo, de manera que las dos experiencias nos permiten hacernos una idea bastante certera de cómo vive este emblemático animal.
Visitar el Centro del Lobo es especialmente recomendable cuando se va con niños, pues se garantiza que ven a los animales y además, a través de los paneles y del resto del material didáctico del centro, pueden aprender bastantes cosas sobre el lobo. También con ellos se puede hacer el avistamiento en libertad, pero en el Centro del Lobo el éxito en la observación está asegurado.