Hoy os hablamos de Miranda do Douro, una de las «joyas de la corona» de nuestro territorio de frontera. Nosotros la conocemos muy bien, ya que somos de muy cerca y además hemos enseñado toda esta zona a mucha gente en los últimos años en nuestros tours guiados por Arribes del Duero.
Lo cierto es que esta pequeñísima ciudad nos encanta a los españoles. A ella llegan a diario multitud de personas de distintos orígenes, edades e intereses y eso no sucede por casualidad. Este flujo de visitantes se debe a que son múltiples los atractivos que ofrece: una deliciosa gastronomía, la posibilidad de realizar compras, unas excelentes vistas al río Duero, varios monumentos de gran interés, numerosos eventos a lo largo del año, etc.
Todos estos aspectos (unos interesan más a algunos visitantes y otros más a otro tipo de turistas) los vamos a ir desgranando en detalle. Solo adelantar que buena parte de las actividades que realizamos desde Naturaliste se pueden llevar a cabo en Miranda do Douro y su comarca, lo cual dice bastante respecto del interés turístico que tiene esta población y su entorno. Entre ellas a destacar la visita guiada a la ciudad y, sobre todo, su famoso crucero por el Duero, que puedes reservar con nosotros.
Miranda do Douro es el epicentro del turismo en la «raya» entre España (las provincias de Zamora y Salamanca) y Portugal (el distrito de Bragança). Hay quien dice que esta localidad solo da para pasar un día. Nosotros nos resistimos a esa idea y creemos que tiene interés para disfrutar de ella durante todo un fin de semana. Si prestas atención a todo lo que te vamos a contar te darás cuenta de que igual hasta dos días se te quedan cortos.
La visita a la ciudad, además, se puede complementar con el descubrimiento de la región en la que ésta se incluye, la mítica Tierra de Miranda, un territorio lleno de cultura y tradiciones, que también se conoce como el planalto mirandês, aunque éste es un término más bien geográfico.
MIRANDA DO DOURO ES… NATURALEZA
Así es, Miranda se encuentra en un espacio protegido (el Parque Natural do Douro Internacional) y a escasos metros de otro (el Parque Natural de Arribes del Duero), que en realidad deberían ser uno solo, pero las divisiones administrativas, en este caso la frontera entre dos estados distintos, tienen estas cosas. Cada orilla del Duero pertenece a un país, así que el número de espacios naturales que tienen que ver con el río se multiplica automáticamente por dos.
El cañón que forma el Duero es sencillamente impresionante. Al inicio considerábamos de manera conjunta los valores naturales de este territorio y su interés paisajístico. Ello se debe a que esta zona es estupenda para disfrutar del paisaje. De hecho, varios de los restaurantes de Miranda do Douro tienen vistas al Duero. Imaginaos lo que supone degustar una posta mirandesa visualizando semejante estampa… Bueno, vamos a dejar este asunto para cuando hablemos de gastronomía.
Lo cierto es que ya hemos perdido la cuenta de los miradores con los que cuenta este espacio natural, tanto del lado de España como del de Portugal. Es curioso, porque mirador en portugués se dice miradouro, palabra que parece ser una contracción de Miranda y Douro. Bromas aparte, aquí tienes algunos de los miradores que puedes encontrar en los alrededores de Miranda do Douro (siempre del lado portugués). Nosotros te recomendamos especialmente uno, el de la Fraga do Puio, en la localidad de Picote, porque al encanto del mirador se suma la posibilidad de visitar el pequeño e inmediato Ecomuseu de la Tierra de Miranda, su famoso verraco (escultura vetona), y además resulta que el mirador tiene un grabado rupestre que refleja la figura de un arquero. En definitiva, que la visita a este mirador tiene chicha.
Al margen del paisaje, esta es una zona ideal para la observación de aves. Puedes hacerlo por tu cuenta, si eres aficionado al birdwatching, aunque desde Naturaliste también puedes reservar esta actividad.
Pero lo que es ya un clásico en la visita a Miranda es la realización de su crucero ambiental, un pequeño y relajado paseo en barco por las aguas embalsadas del Duero en el que nos hablarán de las especies más significativas de este espacio protegido, especialmente las rapaces que anidan en sus roquedos (buitres, águila real, alimoche, etc.) o la cigüeña negra. Puedes reservarlo aquí.
MIRANDA DO DOURO ES… GASTRONOMÍA
Portugal nunca defrauda en lo gastronómico y Miranda no podía ser una excepción a esta regla. De hecho, si hay un sitio donde es fácil comer bien y barato, ese es Miranda do Douro. Además la oferta hostelera es amplia y variada. Hay muchos sitios buenos donde comer en Miranda do Douro. También son variadas las especialidades que nos ofrecerán: bacalao (como siempre, preparado de mil formas diferentes), alheira, carnes a la brasa (cordero, churrasco, posta mirandesa, etc.).
Los aficionados al buen comer están de suerte porque, además de disfrutar de la gastronomía en la mesa de un restaurante, también es posible adquirir alimentos tradicionales de la región en sus comercios. A destacar los quesos, los embutidos, el aceite de oliva, la miel, etc. Como hay muchos restaurantes en Miranda do Douro y la mayoría de ellos son buenos, bonitos y baratos, no nos atrevemos a recomendarte uno en particular, simplemente te aconsejamos que no os presentéis muy tarde a comer, especialmente si se trata de días de mucha afluencia de gente, pues en ese caso probablemente os tocará esperar un buen rato para poder acceder a una mesa.
Además, a lo largo del año se celebran en la localidad distintas ferias y jornadas relacionadas con la gastronomía (en las que también tiene presencia la cultura local, la artesanía, etc.), eventos que suelen celebrarse durante el fin de semana. Es el caso de la Semana Gastronómica, el Festival «Sabores Mirandeses», la Feria de la «Bola Doce» (bollo dulce, diríamos en castellano), etc. Es muy recomendable hacer coincidir la visita a Miranda con la celebración de alguna de estas ferias.
MIRANDA DO DOURO ES… CULTURA
Ya decíamos al principio que Miranda do Douro y su comarca es una tierra rica en tradiciones. De hecho, la población local siente un fuerte orgullo de pertenecer a un territorio con esa riqueza. Diferentes manifestaciones populares tradicionales mantienen su pujanza y atraen el interés no solo de los especialistas (antropólogos, etnógrafos, etc.), sino de cualquier turista con inquietud por conocer mejor el lugar que visita.
La gaita de fole (o gaita de foles), la danza de los pauliteiros y la capa de honras o capa mirandesa, son algunos de los elementos más representativos de la cultura mirandesa. Pero entre todos destaca uno: la lhéngua mirandesa o mirandés, su particular lengua, hablada tradicionalmente en las aldeas próximas a Miranda aunque, curiosamente, no aquí, en la capital. Ello no impide que muchos de los rótulos, incluidas las descripciones de los principales monumentos, estén escritos también en esta lengua, emparentada con otras de España, pues pertenece al grupo asturleonés. Pese a todo, su reconocimiento oficial por parte del estado portugués es bastante reciente, pues data del año 1999.
Si tienes interés en saber un poco más sobre la cultura tradicional de esta tierra, es muy recomendable la visita al Museu da Terra de Miranda, que se sitúa en el mismo centro de la localidad y ofrece una completa colección de objetos locales: vestuario, telares, instrumentos, muebles de época, máscaras, etc.
Miranda también destaca por sus monumentos. De especial interés son sus murallas y castillo, y por otro lado su catedral. Sí, amigos, pese al pequeño tamaño de esta ciudad, tiene su propia catedral, y es que Miranda do Douro fue durante dos siglos sede episcopal, aunque en el siglo XVIII se trasladó a Bragança. En la actualidad, para que nadie se enfade, la diócesis se denomina de Bragança-Miranda. La catedral (sé, en portugués), de estilo manierista, suele estar abierta y la entrada, además de recomendable, es libre.
En su interior, dentro de una vitrina iluminada, se custodia una pequeña y curiosísima imagen, la del Menino Jesús da Cartolinha. A su alrededor vemos diversos atuendos que hacen de esta escena algo realmente llamativo. La imagen dice la leyenda que se talló en madera tras aparecerse un niño de esta guisa a los soldados portugueses mientras combatían contra las tropas españolas. El ánimo que les infundió permitió que lograran finalmente la victoria, y en su recuerdo tenemos esta imagen. También es destacable el retablo mayor de la catedral, del siglo XVIII, obra del español Gregorio Fernández.
En los alrededores de la catedral encontramos las ruinas de lo que fue el Palacio Episcopal de Miranda do Douro, hoy incorporado a la ciudad como un espacio público perfectamente acondicionado que nos permite disfrutar de un agradable paseo por lo que fue su claustro y el resto de instalaciones del antiguo palacio.
Respecto a las murallas y el castillo de Miranda do Douro hay que decir que las primeras se encuentran en mucho mejor estado de conservación que el segundo, a pesar de lo cual el castillo bien merece una vista igualmente. Pese a su indudable interés, el recinto amurallado pasa muchas veces bastante desapercibido para los visitantes, pues en gran parte de su perímetro sigue delimitando el núcleo urbano de la ciudad (igual que lo hacía en la Edad Media), con lo cual no se callejea entre las murallas, como sucede en las ciudades que en los últimos tiempos han experimentado un crecimiento mucho mayor.
Recomendamos también la visita a un par de iglesias, la de la Santa Cruz (barroca, del siglo XVI) y la de la Misericordia, de estilo manierista.
Finalmente queremos recomendaros la visita a la Casa de Cultura (ubicada en la antigua alfândega, o sea, aduana, de la ciudad), donde siempre hay alguna exposición interesante, muchas veces de autores locales, así como a una curiosa vivienda de época medieval situada en la calle Costanilha (muy cerca de la catedral). Esta casa tiene dos particularidades: la primera son las cuatro ventanas en esquina del edificio y la segunda es una representación erótica en una de las dos ménsulas que tiene en su fachada, y es que dicen que antiguamente fue una «casa de citas». Curioso.
MIRANDA DO DOURO ES… COMPRAS
Aunque lo hemos dejado para el final, no por ello este recurso turístico es el menos importante. Todavía hoy mucha gente acude a Miranda, sobre todo, para comprar en sus tiendas. Es verdad que ya no existe la diferencia de precios entre España y Portugal de antaño y que ahora podemos adquirir casi cualquier producto sin salir de casa, pero Miranda do Douro sigue siendo la capital de las compras, además con los productos de siempre, sobre todo ropa (pijamas, calcetines, etc.), toallas, sábanas, albornoces, etc. Pero también otras cosas, como navajas, herramientas, café, cacahuetes…
En el caso de Miranda do Douro la mayor parte de las tiendas (lojas, en portugués) se encuentran en la parte moderna de la ciudad, donde también hay varios restaurantes. Si entramos desde España, las encontramos a mano derecha, mientras que a la izquierda queda la parte histórica, donde también hay algunas tiendas más especializadas. Una zona y otra se encuentran prácticamente contiguas, así que es recomendable aparcar nuestro coche nada más llegar y movernos a pie por las calles de Miranda do Douro. Que nadie tema no entender el portugués al ser atendido en cualquier tienda de la localidad, pues en Miranda do Douro hablan tan bien el español como en cualquier parte de España.
QUÉ VER EN MIRANDA DO DOURO Y ALREDEDORES
Ya recomendamos, al hablar de la ciudad, la visita a la localidad de Picote (a 17 km de Miranda), especialmente su pequeño museo y el mirador al río Duero. Otro mirador que no puedes dejar de conocer son el de Paradela (a 11 km de Miranda, se trata de la localidad más oriental de todo Portugal), que además de los Arribes del Duero permite ver la presa de Castro de Alcañices y su impresionante poblado, hoy deshabitado.
Entre Miranda do Douro y Paradela encontramos la localidad de Aldeia Nova, donde se encuentra el Castro de San João das Arribas, un antiguo asentamiento cuyo origen se remonta a la época de los astures y en el que encontramos, además de la ermita de San Juan (São João), otro excelente mirador.
También merece la pena visitar el centro del burro mirandés, situado localidad de Atenor (a 27 km de Miranda). En este espacio, gestionado por la asociación AEPGA, trata de conservar la raza autóctona de burro mirandés, para lo cual, entre otras cosas, organiza visitas al centro y promueve el apadrinamiento de estos animales, que han perdido su antigua utilidad. También podemos ver estos animales en el PINTA de Vimioso.
En relación a los eventos que tienen lugar anualmente en la Tierra de Miranda, son de destacar tres importantes romerías: la de Nuestra Señora de la Luz (en Constantim/Moveros), la de Nuestra Señora del Naso (en Póvoa) y la de la Santísima Trinidad (en Fonte de Aldeia), todas ellas tienen lugar en parajes de extraordinaria belleza natural, siendo especialmente multitudinaria la primera de ellas, por su carácter internacional, al desarrollarse en la misma frontera.
Esperamos haberte ofrecido la información suficiente para planificar tu viaje a Miranda do Douro y su comarca. Nosotros creemos que es un destino muy recomendable y que merece la pena visitarlo, así que ya sabes: ¡Miranda te espera! Una vez hayas estado, también puedes contarnos tu experiencia: ¿qué te ha parecido?